Consejo # 20: Orientación precisa.
Un uso típico de este tipo de orientación es cuando llegamos a la última referencia de la orientación somera o punto de ataque para el punto de control. Consiste en actuar con cautela, siguiendo una dirección determinada por la brújula después de una lectura cuidadosa, es decir, revisar el acimut cuidadosamente y tomar una visada por delante antes de proceder.
Esta técnica permite errores más pequeña que 10 m en cada 100m, dependiendo por supuesto de la práctica personal en la utilización de la técnica. El mapa debe ser revisado periódicamente junto con el talonamiento, observando y comprobando cada detalle del terreno. Cuando seguimos la dirección de la brújula, es importante para mantener la dirección en base a elementos resaltantes y cuando fuera esquivar de árboles, arbustos y rocas tenemos que mantener la dirección de mira de estos elementos; y cuanto más cerca pasamos por el elemento a la vista , más preciso será nuestro desplazamiento en el acimut. Es increíble cuando aplicamos este método correctamente y llegamos exactamente al elemento del punto de control, especialmente en áreas con vegetación más densa.
En las zonas más detalladas, es necesario reducir la velocidad de la carrera para ser capaz de confirmar los detalles más importantes. En situaciones donde hay un objeto inmediatamente después del punto de control, no se puede renunciar el talonamiento.
Con la brújula de pulgar es importante aferrarse con firmeza, colocarla correctamente en el mapa y por delante de nosotros con el fin de obtener acimutes más precisos. Su uso permite tomada de acimut correcto y tan preciso como la tomada con la brújula ordinaria.
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